20130724

osito pardo

Escuché las voces del laberinto, recorrí sobre adoquines mojados de esperanza desechada, la copa, rebosante de absenta, saboreó su fin en su soledad estrellada. El hombre de hielo amarillo y azul acudió al encuentro del Sol. Algo en el deseaba ser derretido, no trataba de comunicar nada, solo su helada estampa debia ser marcada y reconocida. Más no tenia para engrosar un pasado caduco. Eres amado en tu insano caminar, eres amado en tu capullo con puas de metal, Retirando una a una, abrazar tu ternura, montemos en mi colibrí, volaremos hacia atras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario